Hola Sarah, mi amor, Hoy quiero hablarte sobre las expectativas, esa esperanza que creamos respecto al resultado de las cosas. Las expectativas son parte de nuestra naturaleza, y todos las experimentamos de alguna manera. Como todo en la vida, tienen su lado positivo: nos hacen soñar y, bien encaminadas, pueden convertirse en combustible de inspiración y motivación para alcanzar metas. Tiene mucho sentido, ¿verdad? Aquél que no vive con un poco de emoción por el "qué será" se pierde de una parte maravillosa de la vida. Por otro lado, las expectativas también pueden ser una fuente de estrés, porque cuando no están bien situadas, pueden traer decepciones. Requiere mucha disciplina entender que lo más saludable es "no adelantarse". Sin embargo, cuando lo hacemos, intentando predecir el futuro, este rara vez se presenta exactamente como lo imaginamos. Para muchos, esto puede ser un golpe duro, desanimante y frustrante. También están las expectativas que otros tienen d...
Hola Sarah, soy Yo, Tu papá.